Por: Roberto Hernández
La educación especial cubana traza hoy como derrotero conseguir una formación inclusiva y acorde con las necesidades educativas especiales de niños y adolescentes lejos del dilema shakesperiano de ser o no ser.
Con casi 50 años de existencia, que se cumplirán en enero de 2012, ese tipo de enseñanza en el país está lejos de desaparecer a la luz de teorías que pretenden llevar a los discapacitados a la escuela general, aún cuando no esten preparados para vivir en sociedad.
El director del Centro de Referencia Latinoamericano de Educación Especial de Cuba, Santiago Borges, afirmó que la educación especial es inclusiva por naturaleza, porque su propósito es preparar a los discapacitados para su tránsito hacia la escuela general.
Una escuela que ajuste la propuesta educativa a las características de las personas que pretende educar puede ser un medio favorable para el crecimiento de los necesitados de atenciones especiales, señaló Borges.
Cualquier institución que tenga maestros debidamente formados para la atención de las personas con discapacidad, que sea desarrolladora puede formar adecuadamente a estos individuos, expresó.
Lo que pasa, significó, es que no siempre estas condiciones se dan, y por consiguiente el niño con sordoceguera debe adquirir un grupo de habilidades básicas para la vida que le permitan insertarse en un sistema educativo general.
La escuela especial no está reñida con la inclusión, que constituye una vía de enriquecimiento de la atención a los discapacitados, explicó el también presidente del Comité Organizador de un taller al que asistieron expertos en sordoceguera de ocho países.
Nosotros tenemos nuestro modelo de inclusión que incluye 381 escuelas, cuyo objetivo fundamental es prepararlos para que transiten a la escuela común, añadió el directivo con siete años al frente del Centro, creado en 1990.
Al referirse al apoyo recibido por Cuba en materia de esa especialidad, Borges mencionó a organizaciones como la Hilton Perskins, que organizará en octubre próximo un congreso en Brasil.
El experto manifestó que la totalidad de los sordociegos cubanos (unos 150) reciben atención en las tres escuelas creadas en el país para ese fin o en sus propios hogares a través de maestros ambulantes.
En el reciente Taller, en el que participaron un centenar de especialistas, se revelaron las enormes potencialidades de los sordociegos, subrayó Borges tras salir al paso de ciertas teorías que niegan las posibilidades de estos de interrelacionar con el mundo.
Lo más importante es que sobre la base de una educación bien estructurada logran alcanzar determinados objetivos y la preparación para la vida, subrayó.
En opinión de Borges el diagnóstico constituye la piedra angular para la ubicación de los discapacitados en una escuela especial o general.
Los especialistas tras la evaluación determinan cuál será la institución que más potenciará el desarrollo de ese niño, explicó.
Si va a una institución especial queda claro que es por carácter temporal hasta que alcance la preparación que necesita para poder insertarse en la escuela común y tener éxito, añadió.
"Cuando no hay preparación en el maestro, en el niño y los padres la inserción se convierte en una vía de segregación y de exclusión", explicó el experto.
Borges destacó las posibilidades que se abren para 30 niños sordociegos con implantes cloqueares, pero no se trata solo de devolverles la audición -dijo- hay que enseñarles el significado de los sonidos que escuchan.
La directora de Enseñanza Especial en el Ministerio de Educación de Cuba, Moraima Orozco, aseguró que el propósito de conseguir una enseñanza especial inclusiva es un reto para todos los sistemas educativos en el mundo.
La inclusión no es sinónimo de integración y no implica la desaparición de las escuelas especiales, subrayó Orozco.
Seguidamente defendió el derecho de las personas con necesidades educativas especiales a insertarse dentro de los sistemas generales de educación, tal como consagra la Convención sobre el tema aprobada en 2006 por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Nos une el compromiso con la educación, que es una batalla por el ser humano y sus esperanzas, explicó la Directora, para quien es importante elevar la calidad de vida de los niños con sordoceguera a través de la profundización en el estudio de sus potencialidades.
A propósito, en el 2012 La Habana volverá a ser sede de los debates en la especialidad cuando se celebre el congreso internacional sobre educación especial, del 9 al 13 de julio.
Los participantes podrán intercambiar sobre la formación de los discapacitados y su inserción en las sociedades para lo que podrán compartir la experiencia cubana salvada del dilema shakesperiano de ser o no ser.
Fuente: Prensa Latina
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