Carlos Lozano Guillén, en entrevista a la emisora virtual Contagio Radio, dio la noticia de que el Partido Comunista Colombiano había sido expulsado del Polo Democrático Alternativo por considerar este último que el PCC incurría en doble militancia al ser parte también del Movimiento Social y Político Marcha Patriótica.
El comunicado del Comité Ejecutivo, con fecha del 9 de agosto, dice lo siguiente: "...en su 21 Congreso Nacional, el Partido Comunista Colombiano ratificó participar e impulsar la Marcha Patriótica, y simultáneamente permanecer en el Polo Democrático Alternativo. Esa decisión, adoptada por el PCC en su máxima instancia directiva, lo coloca en contravía de lo consagrado en el Ideario de Unidad y en los Estatutos del Polo, y se contrapone con lo normado en la ley 1475 de 2011, reglamentaria de la actividad política en Colombia y la Sentencia C-490 de 2011 de la Corte Constitucional, donde se caracteriza la imposibilidad de pertenecer al mismo tiempo a dos organizaciones políticas, circunstancia que nos obliga a las directivas del Partido a vigilar y hacer cumplir la ley, las normas estatutarias y las resoluciones del PDA."
"Por lo anterior, este Comité Ejecutivo Nacional considera que la práctica de doble militancia asumida por el Partido Comunista Colombiano, excluye a sus miembros del Polo Democrático Alternativo."
Este hecho se da el mismo día en que se cumplen 18 años del asesinato de Manuel Cepeda Vargas, senador por el Partido Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano, al que las fuerzas de la derecha siempre culparon de "combinar todas las formas de lucha" como justificación del exterminio de la UP que luchaba por la paz a la que se sigue resistiendo la extrema derecha en cabeza de Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos. Esto se podría entender como un mensaje por parte de la dirección del Polo Democrático de hacer eco al discurso hegemónico.
El agonizante Polo Democrático se ha terminado de clavar el cuchillo para morir políticamente más pronto que tarde luego de los paupérrimos resultados de las últimas elecciones locales en las que para el caso de Bogotá, por citar un ejemplo, pasó de 280.000 votos para consejo en el 2007 a 137.913 votos en el 2011 y ni qué decir de la votación a la alcaldía de la misma ciudad en la que pasó de 915.769 votos a tan solo 32.200 por culpa de la extrema y descarada corrupción de la administración de Samuel Moreno Rojas en la que se dedicó a gobernar incluso con el Partido de la U por la repartición del presupuesto distrital para sus negocios particulares.
Y es que las decisiones de la dirección del Polo Democrático han venido siendo desastrosas. Mientras la corrupción en la contratación de la administración de la ciudad de Bogotá era tan grande como la del mismísimo putrefacto gobierno nacional de Álvaro Uribe Vélez, el Comité Ejecutivo Nacional del Polo defendía a capa y espada a los hermanos Rojas quienes no fueron expulsados sino hasta después de la sentencia condenatoria por parte de la justicia colombiana. Además, luego de permitir el oportunismo de Gustavo Petro, en las primarias para la presidencia, quien jugaba a dos bandas y que consiguió incluso votos del Partido Conservador, el Polo no fue capaz de llevar al maestro Carlos Gaviria, quien representaba el Ideario de Unidad, a la contienda por el poder contra el candidato de la oligarquía, Juan Manuel Santos Calderón. Luego de esto, la dirección fue entregada a la línea más oportunista de derecha encabezada por Jaime Dussan en el criterio de "unidad" del cual tanto el MOIR como el Partido Comunista son responsables con el argumento de no dejar morir el partido.
El PDA, quien no expulsó a los corruptos, expulsa ahora al Partido Comunista por ser coherente con la realidad política del país puesto que el Polo se dedicó a la lucha parlamentaria y a la burocracia mientras perdía votos y el trabajo de base fue dejado a un lado hasta tal punto de prácticamente no tener presencia rural mientras otros movimientos sociales iban tomando fuerza como el Congreso de los Pueblos y Marcha Patriótica.
Es tan crítica la situación del PDA que la mayoría de sus congresistas ni siquiera son militantes del partido. De los 8 senadores que tienen la franquicia, Camilo Romero, Mauricio Ospina, Jorge Guevara y Luis Carlos Avellaneda son realmente de Progresistas y Gloria Inés Ramírez es del Partido Comunista, quedando solamente Jorge robledo, del MOIR, Parmenio Cuellar y Alexander López.
De lo anterior se puede concluir fácilmente que el Polo Democrático prácticamente ha muerto políticamente y no es cuestión sino de que lleguen las próximas elecciones para que sea evidente ya que ni un partido parlamentario es ahora.
El MOIR tendrá entonces que cargar con el cadáver del PDA hasta cuando su arrogancia y sectarismo lo permitan y se den cuenta que la izquierda debe reacomodarse en Colombia para disputarle el poder a la oligarquía que jamás lo ha soltado aunque durante 8 años se lo cedió al paramilitarismo, hoy llamado Puro Centro Democrático.
La izquierda debe reflexionar seriamente y despojarse de esas prácticas vanguardistas y sectarias para pensarse seriamente las próximas elecciones presidenciales y la toma del poder aprovechando la división de la derecha entre la oligarquía tradicional y el paramilitarismo del cual la primera es su creador. El camino es el trabajo de base, en la calle, en el campo, entendiendo las necesidades más sentidas de la sociedad colombiana que cada vez está peor por culpa de las políticas neoliberales como el TLC y la locomotora de la miseria. Es imperativo la unidad táctica y estratégica de Marcha Patriótica, Congreso de los Pueblos, los restos del PDA e incluso de Progresistas, no sólo para la lucha electoral sino para las tareas que apremian como el Paro Cívico Nacional y la lucha por la paz con justicia social.
Por: Leonardo León
En: Prensa Rural
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