Octubre 10 de 2013
3:00 pm
Luego de una larga mañana y tarde en el patio
Buenas tardes compañeros de la Universidad Pedagógica
Acá resistiendo.
Resistir, eso hago día a día, resistir a la soledad, a la impaciencia, a la desesperación, a la tristeza, a grandes recuerdos y amargos momentos.
Cada día es un afán y un peligro de vida, la muerte y la desesperanza susurran a mis oídos, mi sudor de noches con eternas pesadillas es más frio que la noche que veo caer tras barrotes y oscura tristeza; las mañanas no varían en mucho, la oscuridad me despierta y me acompaña en la noche, miles de desconocidos a mi alrededor me hablan, me custodian, me ven sobrevivir y en general, sobrevivimos, porque esto no es vida, esta es la vida en agonía constante, es un purgatorio infinito.
Hace unos meses mi vida era distinta, era uno igual a Uds. soñaba, creía, reía, amaba y luchaba, por una de esas tantas causas que ahora espero que Uds. sigan luchando por ellas. Hace unos meses mi alegría era infinita, fui algo que siempre quise ser, un estudiante de la educadora de educadores, ese hermoso recinto que fue mi cómplice de alegrías y tristezas, que guardo de mi lágrimas y muchas risas, que me dejo luchar y me obligo a creer, esa misma me dio vida y también me quito alegría …..
Ahora los saludo desde mi lugar de reclusión esperando poder en algún momento ver la luz del día de la mano de los que aun estando acá me apoyan sin reproche alguno, sin temor y sin desesperanza…
Mi ánimo hoy estalla porque me informan que hay gente que no quiere olvidar mi nombre, que no teme pronunciarme, ni recordarme. Por esta razón agradezco al ‘Colectivo A Luchar’ por no enterrar mi nombre y mi lucha.
Desde la cárcel modelo de Bogotá un abrazo con las energías de lucha y rebeldía que aún sobreviven en mí, para el movimiento estudiantil de la Universidad Pedagógica Nacional y en especial al Colectivo A Luchar.
Andrés Motavita
Fuente: Aula y Palabra
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