Por: Álvaro Forero
Vocero Nacional de la MANE
Vocero Nacional de la MANE
En el actual momento, donde convulsiona
el país por la movilización de diferentes sectores sociales en torno a
sus reivindicaciones, donde se vuelve a abrir una puerta para dar una
salida política al conflicto social y armado que durante más de 50 años
ha sufrido el país, que solo será posible con la movilización de todo el
pueblo en procura de solucionar sus causas estructurales; el Movimiento
Estudiantil, que se aglutina en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil
MANE, ha vuelto a las calles y se apresta a definir el rumbo que seguirá
para el actual periodo, el cual está cargado de retos y perspectivas de
gran importancia.
La MANE se comprometió con el país a presentar una ley alternativa de educación superior en el mes de octubre del presente año, para lo cual definió una agenda de construcción programática que se ha venido llevando a cabo.
Actualmente ya cuenta con un acuerdo político y filosófico fundamental, que ha denominado “Exposición de motivos” en el cual plasma de manera general los paradigmas de un modelo alternativo de educación superior, argumentando políticamente su propuesta y haciendo una diferenciación con el modelo actual. Ese documento, que ya cuenta con la participación y el consenso de profesores y trabajadores universitarios y algunos sectores sociales del país, se puede observar una coherente justificación de la educación superior como derecho fundamental y bien común de las personas, un marco jurídico que fundamenta la propuesta, avances en la discusión de autonomía y democracia y una breve exposición de la viabilidad de la propuesta de financiación que plantea la educación superior gratuita.
Pero terminar la ley no es el único reto que la MANE tiene para este periodo. A la par que desarrolla la construcción del articulado, el movimiento estudiantil debe volver a colmar las calles en ejercicios de movilización que le permitan tener una comunicación fluida con el conjunto de la sociedad colombiana, con el fin de socializar su propuesta y acumular fuerza, no solo dentro de las universidades, sino vinculando a diferentes sectores del movimiento social y popular y a la sociedad en general con el fin de forjar un gran movimiento social por la educación.
Esta movilización no solo permitirá aumentar la base social que defienda la propuesta alternativa, sino que permitirá fortalecer organizativamente el movimiento, dándole mayores niveles de coordinación y organicidad desde cada institución pública o privada que viene participando del proceso. Para este propósito es necesario ligar el desarrollo nacional de la propuesta con las reivindicaciones y problemáticas de cada universidad mediante pliegos locales que podrán ser ganados con movilización.
Con el fortalecimiento del nivel organizativo del movimiento estudiantil, por medio del desarrollo de los espacios locales, se podrá ir perfilando la creación de una Organización Unitaria de Estudiantes en Colombia en el mediano plazo, que permitirá aumentar los niveles de participación e incidencia política del movimiento estudiantil en la vida política nacional, acrecentando su relacionamiento con los movimientos sociales y políticos y vinculándose a las luchas que se vienen gestando en el país en torno a la construcción de la paz y la solución política y negociada al conflicto social y armado, la salud, la vivienda digna, el trabajo, entre muchos otros derechos que el modelo neoliberal ha arrebatado a nuestro pueblo.
En aras de buscar espacios para desarrollar estas discusiones y llevar aportes concretos al seno de la MANE, la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios, ACEU, ha convocado de manera amplia y unitaria el V Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios, que se llevara a cabo del 21 al 23 de septiembre en Popayán, Cauca. El principal objetivo del congreso es brindar un escenario de discusión del cual puedan surgir propuestas en torno al articulado de la nueva ley de educación superior, aportar en el debate de la construcción de la paz desde los universitarios y ahondar en hacer más clara y posible la generación de una organización unitaria de estudiantes.
Para cumplir estos retos, es necesario que la universidad vuelva a ser la conciencia crítica de la Nación, que los estudiantes sean sujetos críticos y transformadores de la realidad y que sus producciones académicas y políticas estén cargadas de una gran responsabilidad con la solución de los problemas sociales, cuestión que solo será posible si la conciencia política del estudiantado se eleva en la medida que sus luchas sean victoriosas y otorguen ganancias reales y concretas.
Miembro de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios ACEU.
Editorial.- Edición VOZ 2656, semana del 5 al 11 de septiembre de 2012
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