Foto: Ernesto Che Mercado Jones
Por: Hernán Camacho
La Ruta Común por la Paz, concluyó con éxito su primer foro de paz en la emblemática Plaza de Bolívar de la capital del país, el pasado 15 de noviembre. La Ruta, es una iniciativa de unidad, confluencia y articulación de procesos sociales y políticos que alientan la salida política al conflicto colombiano e invitan a permitir la voz del pueblo colombiano en las conversaciones entre la insurgencia de las FARC-EP y el gobierno nacional, en La Habana, Cuba. El evento contó con la participación de tres centenares de personas y organizaciones sociales que pretenden, no solamente ser un bastión de apoyo para el proceso de paz, sino contribuir con la anhelada construcción de la paz con justicia social.
Una urna de la paz sirvió para depositar las propuestas e iniciativas de los participantes del encuentro que serán llevadas a La Habana como símbolo de respaldo al proceso de diálogo, pero también para que las delegaciones sentadas a la mesa entiendan que la ciudadanía debe ser tenida en cuenta. “La paz es un proceso vivo que se hace todos los días desde el pueblo y para el pueblo”, explicó no de los participantes del encuentro.
La paz no es viable, ni legítima, ni duradera, si no se garantiza la participación popular. Esa fue la conclusión más importante recogida del foro, al que asistieron estudiantes, campesinos, víctimas de crímenes de Estado, obreros, jóvenes y periodistas, con la intención de avanzar en los primeros pasos de lo que se ha denominado paz con justicia social. Las necesidades, problemáticas y aspiraciones de cada uno de los sectores que llegaron al primer foro hacen pensar que la paz transita más allá de la simple dejación de armas y por encima de cualquier dinámica de conversación entre FARC-EP y gobierno Santos.
El movimiento político y social Marcha Patriótica, el Congreso de los Pueblos, Comosoc, el Movice, Redepaz y la Mesa Ecuménica por la Paz, entre otros, fueron los convocantes al encuentro. Al respecto, Andrés Gil, vocero de Marcha Patriótica, catalogó el foro como otra semilla más de paz, “La paz llena de contenidos e ideas del movimiento popular. Aquí estamos los más golpeados por la guerra y el modelo económico. Nuestras experiencias nos demuestran que esa mesa de conversaciones es frágil. No le apostamos a la idea de una paz exprés”. Lo que se quiere es que la Ruta sea el motor de encuentros, conversatorios y movilizaciones constantes de paz, discusiones sobre los cinco puntos de la agenda en y decidir sobre ellos.
De hecho, el primer punto de discusión con el que se arrancó la ronda de conversaciones entre las delegaciones instaladas en Cuba, es el agrario. De ahí que sean las organizaciones campesinas del país, las mayoritariamente interesadas en las discusiones y por eso, la necesidad apremiante que asistan a la mesa de diálogo con propuestas como la ley alternativa de desarrollo rural. “Cuando hablamos de paz, hablamos de cambios en la distribución social de la riqueza, cambios en la distribución de la tierra y el territorio”, subrayaron campesinos participantes.
Mujeres por la paz también se sumaron a la Ruta y reivindicaron el papel que tienen éstas en la construcción de un nuevo país. “La paz real se construye con voz de mujer, con lente de mujer, con pensamiento de mujer y es a partir de allí que nos negamos rotundamente a que esa paz sea exclusiva de la solución del conflicto bélico. No, esa paz debe posibilitar nuevas estructuras sociales que saquen al país de la miseria”, explicó Deisy Aparicio.
Voceros de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, MANE, se sumaron al esfuerzo de la paz con justicia social. La movilización social contra la reforma estudiantil planteada por Juan Manuel Santos el pasado año, demostró ser la fórmula en la tarea de la democratización de la educación. “Estamos comprometidos con la solución política y con la erradicación de las causas del conflicto que agobian el país desde hace medio siglo. La MANE lucha por transformar el modelo de educación en Colombia y esa es una de las causas del conflicto”, indicó Álvaro Forero.
Analistas políticos han venido ciudadana no tiene sentido en la mesa de diálogos entre la insurgencia y el Gobierno. Para ellos, la Ruta contestó de manera enfática en su declaración fruto del encuentro: “No estamos reclamando un silla en la mesa de diálogos iniciada en La Habana entre el Estado y las FARC - EP, ni en el eventual proceso que se inicie con el ELN. Estamos exigiendo una participación real y decisoria porque somos las víctimas de las nocivas políticas que gobierno tras gobierno han impuesto al pueblo colombiano en beneficio del gran capital nacional e internacional. Por ello es inevitable que discutamos cuál es el modelo económico para la paz, no aceptamos que el gobierno dé por hecho que este no es un tema de diálogo”. La Ruta y sus participantes respaldaron otras iniciativas de paz que se vienen gestando en el país. El Encuentro Internacional de Paz para el 4 y 5 de diciembre, Foros Ecuménicos para la Paz, el Congreso Nacional para la Paz para el próximo año; las Constituyentes Regionales que se lanzan el 7 de diciembre y se extenderán a departamentos, municipios, veredas localidades, barrios y sectores, son un muestra de las voces ciudadanas que quieren ser parte del proceso de paz.
“Avanzaremos hacia niveles más amplios de unidad convocando a un gran Movimiento Social por la Paz, que articule y movilice a amplios sectores sociales y políticos y especialmente al pueblo colombiano. Concentraremos nuestras fuerzas y convocatorias en torno a un proceso permanente, gradual y creciente de movilización unificada por la paz. En este propósito convocamos al pueblo colombiano a expresarse en las calles, en todos los rincones del país, en grandes movilizaciones para el 2013, año de la lucha por la paz y la solución política”, concluye la declaración del foro que marca un derrotero, la paz con justicia social y participación popular.
Fuente: Marcha Patriótica
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