Mientras el conflicto sobre las reformas propuestas a la carrera del Magisterio y las escuelas normales se polariza, la policía desalojó violentamente a los estudiantes que protestaban del Parque de la Industria y escuelas normales por toda la ciudad capital el 2 de Julio, en un operativo dirigido a reprimir a este movimiento. Por la mañana los reportes indicaban cuatro pelotones de unidades especiales que llegaron al lugar con Mauricio López Bonilla, Ministro del Interior, cerca de ocho estudiantes detenidos y 12 heridos en el hospital. Denuncias de acoso sexual en contra de las jóvenes normalistas circularon en los medios independientes mientras que las y los normalistas se preparaban para resistir el desalojo más adelante y continuaron exigiendo una negociación con la Ministra de Educación.
Las Escuelas Normales en Guatemala que se encuentran en los 22 departamentos del país son donde se forma a los jóvenes en la carrera de Magisterio. El titulo de maestro ha sido por mucho tiempo el único accesible a los jóvenes indígenas y rurales de Guatemala quienes no tienen acceso a la Educación Superior. En un país en donde tan solo el 2 por ciento de la población accede a la formación Universitaria, el acceso a la educación es un factor importante en cuanto a contribuir a las vastas desigualdades sociales. El Movimiento Estudiantil Normalista ha luchado durante los dos últimos meses con acciones directas en contra la expansión de 2 años a la carrera magisterial, tales como toma de los institutos normales de la Ciudad de Guatemala resultando en la suspensión de las clases.
El certificado del Magisterio en Guatemala, o título de maestro, es una carrera de 6 años que incluye el equivalente al diversificado en Guatemala. Los estudiantes empiezan la carrera a la edad de 13 o 14 años y terminal alrededor de los 18. Por lo tanto, los estudiantes que recién ocuparon sus establecimientos en demanda de negociaciones justas con el gobierno son jóvenes en su adolescencia.
“Estudiar y aprender, para tira nunca ser!” Gritaban los simpatizantes de los estudiantes en las afueras del Instituto Rafael Aqueche, en la Ciudad de Guatemala mientras la policía rodeaba la entrada del centro educativo en horas del atardecer. Enfrentados con un desalojo violento eminente, los estudiantes del Instituto Aqueche acordaron ser evacuados del edificio por los bomberos voluntarios y llevados a un lugar seguro.
“La policía nos dijo que si no nos retirábamos, sufriríamos las consecuencias y en Guatemala ya sabemos lo que eso significa,” explica Sandra Xinico, miembro de Los Estudiantes Por la Autonomía de La Universidad de San Carlos de Guatemala. “Lo que se puede observar acá es nuevamente la represión en contra de los estudiantes. Ellos están haciendo una ocupación pacífica. Justo ahora el Ministro de Gobernación ha dicho que ellos no utilizaron la fuerza pero esto si es violencia. Esto es lo que vivimos en Guatemala y ya estamos cansados de lo que está sucediendo en este país.”
En el desalojo Bonilla reafirmó su determinación de poner fin a las ocupaciones. En repetidas ocasiones negó el uso de la fuerza para desalojar a los estudiantes, pero se le grabó respondiendo, “me encantaría.”
“Este ha sido el plan desde el año 1998, desde la firma de los acuerdos de paz”, expresó Bonilla. “Entonces, lo que tenemos que hacer es retomar el control de las escuelas, poner todo en orden y fin a la anarquía.” A medida que la policía volvió a tomar el Instituto, los estudiantes reiteraron su demanda de negociaciones justas y una propuesta diferente para la reforma educativa en Guatemala.
La policía se prepara para el desalojo. Foto: Centro de Medios independientes-Guatemala |
¿Educación para quienes?
El Movimiento Estudiantil de Normales alega que las reformas se orientan hacia una privatización de facto de la educación en Guatemala. La idea de la educación privada versus la pública en este contexto va más allá de la cuestión de quién administra la educación. Para los estudiantes de las Normales, se trata de acceso. Los manifestantes afirman que una prórroga de dos años al plan de estudios obligaría a muchos estudiantes a abandonar la carrera porque no serían capaces de pagar el costo adicional.
“Muchas veces dejamos de estudiar, porque decimos: ‘Voy a ahorrar algo de dinero y luego regresaré a la escuela “, o simplemente abandonamos la carrera porque tenemos que mantener a nuestras familias’, explica Enma Catu del Movimiento Mojo Indígena Maya Juvenil. Muy a menudo dejamos la carrera a la mitad, porque no podemos seguir asumiendo el costo” Según El Periódico, sólo el 20 por ciento de la población Guatemalteca en edad del diversificado asiste al diversificado.
Según Enma, el artículo 74 de la constitución Guatemalteca protege el derecho a la educación pública y gratuita, mientras que la educación privatizada es la que solo alcanzan quienes tienen el dinero para pagarla. Un sistema educativo nacional excluyente no puede ser considerado realmente público, si este defiende el privilegio de los poderosos sobre la mayoría de la población en el país.
“Estoy segura que todos estarían a favor del aumento de 2 años, si estos fueran gratuitos,” explica Enma, quien calcula que cada año adicional de escuela podría costar a una familia entre 10,000-12,000 Quetzales (aproximadamente USD $1,200-$1,500) entre materiales, inscripción, hospedaje y transporte.
Preocupaciones por el aumento del numero de escuelas privadas a nivel nacional también alimentan el miedo de que las reformas al Magisterio resultarán en una privatización de la educación. Un informe de Vernor Muñoz, el Relator Especial Sobre el Derecho a la Educación de las Naciones Unidas en 2008, señaló que un 80% de la educación diversificada en el pais ya se encontraba baja instituciones privadas. Como explica Enma:
Hablamos de privatización porque hace unos 15 años, la educación sólo se trataba de registrar nuestro nombre y grado, y eso era todo. Pero entonces el gobierno de Arzú, quien es ahora el alcalde de la ciudad de Guatemala, inició la privatización de la educación mediante el establecimiento de la cuota de inscripción… Hay pruebas de que el gobierno ha estado dando giros sobre la educación para el sector privado y las empresas privadas. Cada vez vemos más empresas en los diferentes departamentos que ahora dicen ofrecer educación. Así que ahora estamos condicionando a nuestros padres a trabajar para las grandes empresas para que se pueda tener el derecho a la educación. Eso es parte de la privatización. Por ejemplo, hay más de medio millón de niños en Guatemala que no van a la escuela y eso es porque hay más escuelas privadas que escuelas nacionales… Si los alumnos ya no pueden completar la carrera de Magisterio, entonces se acabará. Las escuelas privadas serán las únicas que quedarán y está claro que los que pueden estudiar allí son gente de clase media y alta, que tienen el poder.
La importancia de las normales es también cultural y política. La accesibilidad de la certificación como maestro afecta no solo quienes llegan a ser maestros sino la forma en que se hace la educación misma en Guatemala. Con un cuerpo de maestros cada vez mas adinerados y menos indígenas, muchos temen que la educación bilingüe y culturalmente relevante, lo cual se ganó a través de una larga historia de lucha indígena, se podría deteriorar.
Manta en manifestación anti militarización en San Juan Sacatepequez, 30 de junio. Foto: Centro de Medios Independientes-Guatemala |
“Podríamos ver que emergen los problemas del pasado, las que sufrían nuestros padres, donde se les prohibía hablar sus idiomas nativos. Eso también es un riesgo que nos podría afectar como jóvenes indígenas y somos la mayoría,” declara Enma.
Otros señalan la falta de proceso democrático y de consulta sobre reformas tan significativas al sistema educativo. Como explica Sandra:
Algunos de nosotros ya tenemos acceso al plan, pero eso solo fue después de que los estudiantes se levantaron y tomaron las escuelas. Todo se cocina a las espaldas de la gente… Queremos una reforma que realmente sirve a las necesidades del pueblo, y no una que se nos impone. Ya no podemos con mas imposición en este país.
Los paros en el sistema de educación como protesta siempre son controversiales, ya que estos paralizan a un proceso que es valorado por la sociedad, y el gobierno y los medios masivos de comunicación definitivamente han aprovechado de esto. Pero según Enma, los estudiantes protestantes tienen mas apoyo de lo que muestran los medios:
La resistencia es mas visible en la capital, pero en los departamentos también han hecho sus declaraciones… en Huehuetenango, Chimaltenango, Sololá, Alta Verapaz… pero sabemos que los medios ignoran esa parte.”
“Desafortunadamente la historia se ha repetido muchas veces en este país,” concluye Sandra mientras los a empiezan a alejarse del Instituto Aqueche. “Las nuevas generaciones no entienden la historia triste y sangrienta de este país. Hoy es el Magisterio y mañana serán muchas cosas mas. Que va a hacer el pueblo de Guatemala? Que vamos a hacer juntos?”
El día después de los desalojos, estudiantes normalistas bloquearon la Carretera InterAmericana en los departamentos de Totonicapan y Chiquimula, mostrando su unión con los estudiantes en la capital. Esta mañana, 44 organizaciones indígenas, campesinas, sindicalistas, y de mujeres convocaron una conferencia de prensa para apoyar al movimiento normalista y denunciar la represión. Llamaron a una marcha masiva de solidaridad en la Ciudad de Guatemala el 5 de julio para unir al movimiento indígena y campesino de los áreas rurales de Guatemala con la lucha de los estudiantes.
Por: Beth Geglia
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