lunes, 9 de mayo de 2011

Comunicado del representante al CSU de la UN sobre la persecución de VISE a los estudiantes


LOS DESMANES DE LA SEGURIDAD PRIVADA

La semana pasada vimos con asombro en carteleras pegadas por un grupo de estudiantes, las realidad sobre lo que sucede con la seguridad privada en el campus de la Universidad Nacional. Desde hace tiempo la comunidad universitaria ha denunciado la complicidad de la seguridad privada con organismos de inteligencia del estado (los mismos de los falsos positivos), la completa inefectividad de estos cuerpos privados para salvaguardar del campus, y los hechos de violencia explìcita a los que se han visto avocados varios estudiantes.


En la UN recordamos varios estudiantes fuertemente golpeados, encañonados con armas de fuego, amadrentados y amenazados verbalmente. Hace rato la situaciòn con la seguridad privada se saliò de control. Los estudiantes recordamos el caso de los vendedores ambulantes, tambien estudiantes universitarios sacados a patadas del campus, o de los escenarios culturales en los cuales los miembros de la seguridad privada han intervenido con el fin de reprimir, controlar e irrespetar el espacio universitario: un escenario en donde debe predominar la acciòn del debate, y no la acciòn unilateral a partir de la fuerza contra la comunidad universitaria.

Hace unos meses nos enteramos también que quienes se estuvieron robando por un buen tiempo las bicicletas en la universidad, fueron varios de los miembros de VISE (la actual empresa privada de la UN). Hoy, no sabemos que pasó con eso, ni quienes se han seguido robando las bicicletas y muchos otros elementos del campus.

Contraria a una seguridad para salvaguardar el campus, la seguridad privada nos ha ofrecido una inquietante persecusión política. Tal como vimos en la evidencia que contienen las minutas de VISE hechas públicas en días pasados, el pensamiento crítico, baluarte de nuestro claustro universitario, es objeto de una minuciosa vigilancia por parte de estos señores: “A la hora templo comunica que mañana viene una comision a pasar revista por la U que no quiere ver o encontrar afiches que no sean de solo tipo academico / Esto apoyado por los B y Delta se procede a limpiar las paredes de la U lo [m facultad] lo mas que se pueda mensajes, afiches de protesta o izquierda del resto sin nombre” (cita de las minutas de VISE -prensauniversidad.tk-).

Como si fuera poco, la Seguridad privada en el campus, se ha dedicado a perseguir a organizaciones estudiantiles y a los representantes estudiantiles: “el sr jairo Rivera se reune con barios lideres estudiantiles tiene conocimiento el sr pinilla [R.1] de la D.V.S guarda (firma del vigilante) [353246]--- Me retiro para el puesto delta 53 a recibir puesto que informo satelite sabogal guarda elisía mancilla”(cita de las minutas de VISE -prensauniversidad.tk-).

Retomando, desde hace varios meses en la Universidad Nacional vivimos toda una arremetida mediatica externa e interna que señala, estigmatiza, y golpea la escencia de nuestra comunidad académica como comunidad crítica. Frente a estos elementos la seguridad privada de la universidad no solo ha sido cómplice, sino que ha impulsado estos hechos, en clara complicidad con organismos externos a la universidad. La vigilancia no vigila los elementos materiales del campus sino sus ideas, vigila a las organizaciones políticas y gremiales dentro del campus, vigila a los representantes estudiantiles, propende porque no hayan elementos “izquierdistas” en la universidad, y reprime violentamente a vendedores, artistas, y estudiantes en general. ¿Que tipo de seguridad tiene nuestro campus?

Hace unos meses el señor Carlos Ávila director de la División de Vigilancia y Seguridad (DVS), realizó una amenaza verbal diciendonos a varios representantes “ustedes van a responder por esto” refiriendose a nuestra posición crítica frente a la salida forzosa de los vendedores ambulantes estudiantes de nuestro campus. Meses después varios estudiantes teníamos procesos disciplinarios impulsados por el señor Ávila, y la seguridad privada estaba (y está aún) vigilando nuestros movimientos por el campus universitario. ¿Que tipo de universidad permite este tipo de hechos al interior de su comunidad académica?

En la Universidad Nacional las cámaras, la vigilancia privada, y los dispositivos de vigilancia y control que emanan del actual esquema de seguridad del campus, no salvaguardan los elementos materiales (y si lo hacen es un escenario residual de su trabajo), y más bien se dedican a perseguir, reprimir, vigilar y castigar las ideas, el pensamiento, y las acciones colectivas de la comunidad universitaria.

Los estudiantes hemos sido además objeto de una fuerte represión recibida por parte del ESMAD y demás cuerpos estatales que, como en las últimas manifestaciones, han herido y golpeado violentamente a múltiples miembros de la comunidad universitaria (frente a estos hechos no hemos visto aún ningún pronunciamiento de las directivas de la UN). Todo lo que venga de los estudiantes es visto con los ojos más inquisidores, mientras la enorme violencia proveniente de adentro (Seguridad privada), y afuera, no merece si quiera un pronunciamiento crítico por parte de la institucionalidad de la UN. Recordemos que por este tipo de hechos la universidad tiene una historia de estudiantes en el exilio, amenazas a la vida, montajes judiciales, e incluso despariciones y asesinatos de estudiantes al interior del campus.

Hacemos un llamado a las directivas de la universidad para que RETIREN LA SEGURIDAD PRIVADA DEL CAMPUS, y para que respondan por los hechos que se han hecho públicos y que evidencian el carácter de policía política de la seguridad privada y algunos señores de la DVS como el señor Carlos Ávila.

La seguridad privada, los directivos de la DVS, y las directivas universitarias, deben hacerse responsables por cualquier afrenta o consecuencia que puedan tener este tipo de hechos para la integridad de alguno de los miembros de la comunidad universitaria: representantes, organizaciones estudiantiles, y universitarios en general.

Una comunidad académica no lo puede ser cuando está habitada por la violencia institucional de una seguridad privada (y ajena al campus), unos dispositivos de control y disciplinamiento, y una intención por reprimir y constreñir las acciones de protesta y manifestación de la comunidad.

Como representante estudiantil es absolutamente claro que este tipo de hechos en vez de alejarnos, encienden más la idea de defender nuestra universidad. Es claro que continuaremos proponiendo, creando, e imaginando una universidad pública. Las organizaciones estudiantiles, los grupos de trabajo, los diferentes colectivos, y la comunidad universitaria en general, seguirá en su empeño, pese a este tipo de elementos, de proponer una universidad de calidad, con autonomía y democracia, y plenamente financiada por el estado.

SEGUIREMOS SIENDO UN GRITO DE LIBERTAD, PESE A QUE PRETENDAN AMORDAZARLA.

Jairo Andrés Rivera H.
Representante estudiantil al CSU
Universidad Nacional de Colombia

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