lunes, 22 de agosto de 2011

Ponencia de la Organización Colombiana de Estudiantes para la Mesa Amplia Nacional de Estudiantes

Compañeros y compañeras de la MESA AMPLIA NACIONAL ESTUDIANTIL reciban un fraternal y caluroso saludo de parte de la OCE

Este evento recuerda aquel dictamen de la historia que reza que HAY DÍAS EN LOS QUE PASAN AÑOS. Este primer encuentro de la MANE supone un ascenso del movimiento estudiantil, un salto cualitativo que han dado los estudiantes con el propósito ineludible, con la tarea inaplazable de derrotar la propuesta más leonina, que hayamos conocido en materia educativa.

Sabemos que el futuro de una nación no puede ser diferente al presente de su sistema educativo, pues a cada modelo de nación le corresponde un modelo de universidad y el que aquí se pretender erigir no es otro que el de un país y unas universidades al servicio del capital financiero, abriendo paso al lucro en la educación superior, propósito que solamente podrá llevarse a cabo tras el marchitamiento financiero de la universidad pública. Ese es el carácter real de la Ley santos de Educación Superior.

No ha podido el engaño santista ocultar el descontento social expresado en movilizaciones por toda la geografía nacional, porque nunca han podido más los engaños que la tozuda realidad, porque la realidad es una sola independientemente de cómo se la quiera interpretar.

Y la realidad hoy nos impone una pelea impostergable, una pelea que no cazamos los estudiantes pero que sí decidimos dar de manera unitaria.

El momento exige de los estudiantes, hoy más que nunca, avanzar en la construcción de un referente nacional que dote a los defensores de la educación como derecho de una herramienta que les permita dar sus luchas de manera coordinada sin perder de vista sus objetivos

La construcción de esta herramienta pasa por una definición programática que logre unificar de forma sustancial nuestros criterios, lecturas, necesidades y propósitos. En procura de dicho fin, la organización colombiana de Estudiantes quiere ofrecer a los estudiantes colombianos una propuesta para construir un programa mínimo de los estudiantes colombianos, que emule el glorioso programa mínimo de 1971. La propuesta que les presentamos es producto de los insumos que hemos recogido desde el mismo programa mínimo, así como del encuentro de universidades privadas que constituyó la Mesa Amplia de Estudiantes de Universidades Privadas de Bogotá

En consonancia con lo aquí manifestado, fundamentamos el programa mínimo en defensa de la educación superior como derecho en ocho puntos que esperamos sean comprendidos y asumidos de manera comprometida por los estudiantes colombianos, hecho que será producto de la más grande campaña educativa y de agitación de los estudiantes colombianos, para lo cual proponemos la realización de una consulta en las universidades colombianas que permita llegar a cada vez más estudiantes y asestar un golpe de opinión al unanimismo de la Unidad Nacional. De manera que me permitiré leer nuestra propuesta de programa mínimo, para que sea por ustedes analizado y para que sirva de insumo al debate de las mesas de trabajo:


1. Aseguramiento de la Educación como un derecho y una condición necesaria para el desarrollo nacional, dejando de lado su connotación como mercancía; por tanto, rechazamos de manera íntegra y categórica la nueva Ley de Educación Superior y cualquier medida que tenga como propósito abrirle paso al lucro y a las transnacionales de la Educación Superior.

2. Financiamiento estatal adecuado a la Universidad Pública sin condicionamientos, es decir, un aumento de los recursos estatales a la base presupuestal que dé cuenta de los costos generados en seguridad social, nomina docente y administrativa, programas de bienestar, aumento de cobertura, investigación e inversión; entendiendo que la financiación adecuada de la Universidad Pública es la principal herramienta para el aseguramiento de la calidad; de igual manera exigimos el pago de la deuda del Gobierno Nacional y de los entes territoriales con las Universidades Públicas.

3. El Estado debe ejercer la función de inspección, vigilancia y control sobre los montos de las matriculas en universidades colombianas, de igual manera, los estudiantes deben ser participes de manera real en las discusiones que al interior de las universidades se dan en torno al particular. Estas medidas deben estar orientadas hacia el congelamiento de matriculas en universidades privadas y públicas, y la gratuidad en las universidades públicas hacia el futuro.

4. Incremento progresivo de la participación estatal en la explotación de recursos naturales, en particular los de tipo minero-energético y reducción del presupuesto destinado tanto a la guerra como a la deuda pública, a fin de garantizar una financiación plena para la educación. Rechazamos las privatizaciones de empresas de servicios públicos pues ello es causa fundamental de su carestía. Parte de las utilidades de las empresas de servicios públicos deben destinarse al financiamiento de las Universidades Públicas.

5. Fortalecimiento de la autonomía universitaria, entendida ésta como:
i) La facultad de las Instituciones de Educación Superior para definir sus cuerpos de gobierno de manera democrática y con participación mayoritaria de los estamentos que componen la comunidad universitaria en la dirección de la misma; ii) Definición autónoma de sus agendas investigativas, programas, currículos y contenidos por miembros de la comunidad académica como herramienta para asegurar la calidad,; iii) Determinación autónoma del gasto, en base a las necesidades, prioridades y definiciones de la comunidad universitaria. La autonomía entendida en estos términos solamente puede desarrollarse en tanto la comunidad académica cuente con garantías efectivas para la participación, por tanto exigimos el descongelamiento de la planta docente de las Universidades Públicas y el aumento de los profesores de tiempo completo y de dedicación exclusiva. Rechazamos los procesos de acreditación en particular las pruebas saber pro –antes Ecaes-, en primer lugar, por no constituir un referente real que dé cuenta de la calidad académica y en segundo lugar, por constituir una flagrante violación a la autonomía académica de las Universidades colombianas. Bajo ninguna circunstancia se puede entender que en virtud de la autonomía universitaria se obligue a las Universidades Públicas a basarse en sus propios esfuerzos económicos para garantizar su funcionamiento e inversión.

6. Respeto y apoyo tanto a las expresiones culturales, políticas y sociales al interior de las Universidades, como a las formas de organización estudiantil, profesoral y sindical. Exigimos garantías para el goce efectivo de los Derechos Humanos, por tanto rechazamos la militarización de los campus y la persecución hacia miembros de la comunidad universitaria. De igual manera nos oponemos a las acciones tendientes a estigmatizar al movimiento universitario y exigimos respeto a la movilización social y al derecho a la protesta, así como a las demás libertades democráticas.

7. El Icetex solo será financiado por recursos del estado, no provenientes de deudas con el sector financiero, así tendrá la capacidad de reestructurar sus créditos, suspender los procesos contra quienes no han podido pagarlos y refinanciar los restantes. Los nuevos créditos que se otorguen serán sin capitalización de intereses y contarán con subsidios por logros académicos, deportivos y culturales.

8. Entendemos que el bienestar universitario es un componente integral de la formación académica y por tanto éste debe ser ofrecido directamente por las Universidades y no a través de concesiones. Las garantías laborales para los trabajadores hacen parte del mismo, por tanto exigimos la contratación directa de los empleados de las universidades y el respeto a sus derechos salariales y prestacionales.

A estos puntos que proponemos para construir el programa mínimo de los estudiantes universitarios, debemos sumarle la más decidida movilización social, acompañando las movilizaciones del 7 de septiembre y el 12 de octubre así como el desarrollo de tareas de agitación y movilización por regiones y universidades.

El éxito de la movilización solamente podrá ser garantizado por la construcción y el desarrollo de las mesas amplias estudiantiles en cada universidad pública o privada del país, mesas cuya fortaleza reside en la amplitud y en la posibilidad de vincular a cada vez más sectores estudiantiles sobre la base de defender las definiciones que se adopten en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, a fin de construir un paro nacional universitario cuya definición debe salir de esta MANE, pero bajo la consideración clara de que el paro debe ser para derrotar la nueva Ley, por tanto, la fecha del paro debe ser determinada por el comité operativo de la MANE.

Los estudiantes seguiremos el camino de Santurban, el de los lecheros, el de los camioneros, el puerto Gaitán, que es el mismo además que hoy se recorre en Chile y en el Magreb, en Grecia y en Wisconsin, el nuestros será un camino de UNIDAD Y COMBATE que garantice a las generaciones futuras el goce efectivo del derecho a la educación.

El nuestro será un camino que servirá de candil al movimiento social para recordarle al resto de la nación que las peleas no se acaban hasta que se acaban. Daremos esta pelea con la absoluta convicción de que derrotaremos la propuesta neoliberal del imperialismo en las calles colombianas, con el mayor espíritu unitario, sin sectarismos pero sin ambigüedad.

Toda gran marcha comienza con los primeros, nadie dijo que será fácil, pero la única garantía que tenemos para derrotar a Santos, es la lucha de estudiantes, trabajadores, profesores y de todos los sectores demócratas a través de un gran paro nacional universitario que tenga como principal propósito la derrota integra de la nueva ley de educación superior.

Fuente: OCE Colombia

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