El pasado 7 de septiembre Colombia toda se estremeció con las enormes movilizaciones de los estudiantes, tanto de las universidades públicas como de las privadas, del SENA, de numerosos colegios de secundaria, de profesores y trabajadores. Decenas de miles marcharon en la Costa Atlántica, Antioquia, Valle del Cauca, Cauca, Pereira, Bogotá, Manizales, Tolima. Boyacá y demás departamentos y ciudades del país. El clamor fue unánime: derrotar la política mercantilista impuesta a la educación superior mediante la Ley 30 de 1992, que Santos pretende llevar al extremo con su proyecto de instituciones con ánimo de lucro.
La juventud exige que el Estado cumpla con el deber de financiar la enseñanza, la cual debe ser gratuita, y que ya en el Presupuesto General de la Nación de 2012, que se aprueba en el mes de octubre, se incluyan partidas suficientes para garantizar este derecho; que no sean los pulpos financieros los que determinen los contenidos y métodos de enseñanza, sino que sobre esta materia decida la comunidad universitaria de manera autónoma; que el gobierno destine los fondos requeridos para que los hospitales universitarios funcionen y que se doten laboratorios e instalaciones. También se rechazó la política oficial de desmejora de las condiciones de docentes y trabajadores.
Los jóvenes no se dejaron amedrentar por la Ley de Seguridad Ciudadana ni por las múltiples provocaciones de la Policía, quien atacó a los manifestantes en todas las ciudades. La gran prensa y la Ministra de Educación desataron una campaña de difamación del movimiento estudiantil y han clamado por que se agudice la represión. Al respecto, indigna escuchar las palabras de la Alcaldesa encargada de Bogotá y una de las dirigentes máximas del Polo Democrático, quien elogió la táctica del ESMAD y destacó la conducta de estos “admirables muchachos”, aunque les censuró el no haber capturado estudiantes, a los que calificó de vándalos y pidió que se les aplique la Ley santista de seguridad ciudadana. Lo dice ella, ex secretaria de Gobierno de la Administración de Samuel Moreno, que desfalcó a la Capital en miles de millones de pesos, hecho sobre el cual la señora López Obregón, en vez de pedir castigo ejemplar, ha vociferado exigiendo garantías procesales a los defraudadores del erario. La Alcaldesa también dijo que: “Los estudiantes tienen responsabilidad colectiva de ayudar a identificar a quienes dañan la marcha, había grupos pequeños de encapuchados que fueron a sabotear, a destruir y a cometer actos vandálicos”. Corresponde a los conmilitones de dicha señora declarar si van a seguir sus instrucciones de convertirse en señaladores; si están del lado del ESMAD o de quienes reclaman los derechos; si respaldan la represión o la lucha.
El hecho es más grave dado que algunos sectores de la MANE les entregaron la tribuna de la manifestación de Bogotá a los líderes del Polo, un acto verdaderamente antidemocrático y que constituye un atentado contra la unidad del movimiento estudiantil y un aprovechamiento abusivo de las protestas, que el Polo pretende reducir a una ocasión para recoger votos. Con razón, voceros de diferentes universidades rechazaron con indignación la actitud oportunista del Polo y llamaron a condenar la corruptela de ese partido en Bogotá. Hay que oponerse a que la marcha proyectada para el 12 de octubre se convierta en un acto de cierre de campaña de los copartidarios de Clara López, Samuel e Iván Moreno.
Compañeros y compañeras: es urgente determinar la hora cero del paro nacional indefinido, pues universidades como la de Pereira y facultades de Medicina y otras ya entraron en cese de actividades. La Universidad Pedagógica Nacional, UPN, también aprobó comenzar el paro a partir del 13 de septiembre. Si el Comité Operativo no procede en consecuencia, se corre el riesgo de que se den una serie de batallas aisladas y no un gran paro nacional, con el riesgo de sufrir derrotas.
Contra la política mercantilista de Santos para la educación: paro nacional indefinidoPorque el Presupuesto General de la Nación para 2012 destine partidas suficientes para la enseñanza pública: paro nacional indefinido Por la autonomía universitaria: paro nacional indefinido Contra el enfoque de la pertinencia y de las competencias que somete los contenidos a las exigencias de los monopolios: paro nacional indefinido Por los derechos de docentes y trabajadores: paro nacional indefinido Contra la militarización de las universidades: paro nacional indefinido
Opongámonos a que estas justas luchas sean utilizadas como mero fortín electoral de los oportunistas
Por: Por la Edu
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