Después de la derrota electoral del partido y del primer ministro que fueron sus adversarios durante la Primavera Maple, los estudiantes de Quebec no se rinden y continúan exigiendo al nuevo gobierno que revoque el aumento del costo de la matrícula y la ley especial.
La información que rodea la revocación del aumento de las cuotas universitarias y de la ley especial en Quebec sigue en un nivel oficioso y no oficial. La líder del Partido Québécois (PQ), que acaba de ganar las elecciones, había prometido anular el aumento del costo de la matrícula y abrogar la Ley 12, antes conocida como la Ley 78, que restringe el derecho de manifestación, en cuanto fuera elegida . Sin embargo, una vez que las elecciones tuvieron lugar, hace sólo dos semanas, la nueva primera ministra no ha hecho nada respecto al aumento de las cuotas y a la ley especial. A pesar de ello, muchos anuncios han empezado a circular a través de las redes sociales que dan la impresión de que ya se logró la revocación de dichas medidas.
Uno de estos anuncios fue publicado por la Federación de los Estudiantes Universitarios de Quebec (FEUQ), una las tres federaciones estudiantiles más importantes involucradas en la huelga, lo cual contribuyó a fortalecer dicha impresión. Además, ciertos titulares llamativos en los medios internacionales alternativos como el del periódico Diagonal Web que afirmó “Quebec da marcha atrás a las tasas universitarias” pueden generar cierta confusión si no se lee la totalidad del artículo. Por lo tanto, es importante aclarar que nada concreto ha hecho hasta el gobierno además de declaraciones y promesas.
En consecuencia, la situación actual está un poco enrarecida. La gran mayoría de los estudiantes votó por el regreso a clases. Tienen seis semanas para cursar un semestre que normalmente duraría nueve . Por lo tanto, se puede suponer que una de las razones por las cuales ya no circula mucha información sobre lo que pasa con el movimiento estudiantil quebequense, es justamente porque los principales interesados están ocupando la mayor parte de su tiempo corriendo una contrarreloj para aprobar su semestre.
Mientras tanto, por un lado, se da un poco por sentado que el gobierno anulará el aumento y, por el otro, los abogados de los estudiantes suspendieron los procedimientos que emprendieron ante la Corte para revocar la ley especial. Hay que subrayar que los suspendieron, pero no los cancelaron por completo. La siguiente declaración de Marc-Antoine Cloutier, encargado de la Clínica Juripop, que provee de abogados al movimiento estudiantil, publicada en La Presse da una idea de cómo está la situación: “No se sabe todavía si el PQ va a abrogar toda la ley o sólo una parte de ésta”, explicó Cloutier” .
Por lo tanto, se da por sentado, que el gobierno va a abrogar, por lo menos, una parte de la ley especial y todo está en suspenso mientras se espera que el gobierno cumpla con su promesa. Lo mismo pasa con el aumento de las cuotas: se da por sentado que el gobierno lo va a anular y todo queda en suspenso mientras se espera que el gobierno cumpla su promesa.
Habría que ser muy prudentes al manejar esta información porque, a pesar de que el PQ ha repetido antes y después de las elecciones que iba a revocar el aumento de las cuotas y de la ley especial, todavía no ha explicado de manera detallada cómo lo hará. Al día siguiente de la elección, la nueva primera ministra declaró que lo iba a lograr a través de un “decreto ministerial”. A partir de este momento la FEUQ y la Federación de los Estudiantes Colegiales de Québec (FECQ) anunciaron que el conflicto ya había terminado, mientras que la Coalición Amplia para una Solidaridad Sindical Estudiantil (CLASSE) declaró que seguía la lucha con el objetivo de alcanzar la gratuidad, pero “llamó a calmar los medios de presión” .
Sin embargo, en las últimas elecciones, el PQ no alcanzó un número suficiente de asientos en el Parlamento para formar un gobierno mayoritario. Este partido consiguió 54 asientos y otro partido, Québec Solidaire, más favorables aún a la causa de los estudiantes, consiguió dos asientos. Por su parte, el Partido Liberal (PLQ), el partido del ex primer ministro Jean Charest, consiguió 50 asientos y la Coalición Porvenir Québec (CAQ), otro partido de derecha que votó a favor de la ley especial en la primavera pasada, consiguió 19 asientos. Lo anterior significa que, cualquier medida que tenga que pasar por el Parlamento es susceptible de ser frenada, ya que los partidos que tienen alguna “simpatía” para los estudiantes sólo pueden alcanzar un máximo de 56 votos en el Parlamento, mientras que los que están totalmente en contra de su causa pueden aspirar a tener 69 votos.
Cada primavera, el gobierno presenta un Plan de Presupuesto, lo cual es un ejercicio un poco similar a lo que se hace en México con el Informe de Gobierno. Sin embargo, este Plan de Presupuesto tiene que conseguir el apoyo de la mayoría de los diputados en el Parlamento. De no ser así, el gobierno en turna renuncia e inicia una nueva campaña electoral. De hecho, el “presupuesto” tiene poco que ver con su propia aprobación. Más bien, lo que determina si los parlamentarios van a votar a favor o no es, por un lado, la coyuntura electoral -es decir, si les conviene ir o no a elecciones en este momento- y las negociaciones que se hacen detrás del escenario. Uno de los asuntos de estas negociaciones podría ser la revocación del aumento de las cuotas y de la ley especial. Una nota publicada en Le Devoir, el pasado 13 de septiembre, explica:
Los liberales tienen que elegir un “verdadero jefe” lo más pronto posible, antes del primer Plan de Presupuesto del gobierno de Marois; si no, los pequistas van a aprovechar las elecciones internas en la oposición oficial para “hacer cualquier cosa”, declaró en una reunión del Partido Liberal. Quien fuera Ministro de Finanzas estima que “cuando leemos lo que la gente del Partido Québécois quiere hacer, es un desastre para la economía de Québec”. ¿Acaso el PLQ debería de derribar el gobierno tan pronto como sea posible? “Si mantienen sus posturas financieras y económicas, hay que estar preparados para bloquear esto”, arremetió antes de conceder que los quebequenses no necesariamente quieren elecciones a corto plazo. Pero si vis pacem… “Si quieren la paz, preparen la guerra”, declaró.
Por lo tanto, aunque Pauline Marois llegara a revocar el aumento de las cuotas a través de un decreto ministerial, nada garantiza que los liberales no van a querer derribar su gobierno en la próxima primavera, cuando el gobierno presente su Plan de Presupuesto. Sería sorprendente que, después de un año con tanta tensión política, la población no quiera ir a elecciones y castigue con su voto al partido que cause el inicio de una segunda campaña electoral en menos de un año. Sin embargo, en las negociaciones detrás del telón entre parlamentarios, el asunto estudiantil podría volverse importante y no sabemos cómo influirá en la decisión de la primera ministra de cumplir o no su promesa.
Además, si bien es cierto que el aumento del costo de la matrícula puede ser anulado a través de un decreto ministerial, la Ley 12 tiene que pasar a fuerza por el Parlamento. Por lo tanto, no hay ninguna garantía de que se logre su revocación.
En suma, creo hay que esperar antes de hacer un balance de la Primavera Maple y considerarla como un triunfo de la lucha estudiantil. Por lo pronto, lo más probable es que se revoque el aumento de las cuotas. Sin embargo, no hay que olvidarse de que, la que hoy es primera ministra, es la misma persona que era ministra de la Educación en 1996 y que también intentó imponer un aumento de las cuotas, lo cual desencadenó otro movimiento de huelga estudiantil.
Además, pese a que plantea la anulación del aumento del costo de la matrícula universitaria impuesta por el anterior gobierno, ella nunca se ha manifestado a favor de la gratuidad. De hecho, a mediano o largo plazo, lo que propone es un “aumento del costo de la matrícula indexado al costo de la vida” .
Lo único que se puede decir por el momento, es que nada ha sido hecho concretamente: ni un “aumento indexado al costo de la vida”, ni una anulación del aumento de las cuotas, ni tampoco la abrogación de la ley especial. Lo pactado es que, a corto plazo, sean las dos últimas de estas medidas que se implementen y, por esta razón, podemos observar ciertos brotes de alegría circular en las redes sociales que anuncian la victoria de los estudiantes quebequenses.
La realidad es que, después de aproximadamente 3 mil detenciones , más de cien manifestaciones nocturnas consecutivas , la presencia intimidatoria de agentes de policía anti-motines dentro de sus instituciones educativas con incluso algunas detenciones , los estudiantes quebequenses que se encontraban en huelga están actualmente cursando un semestre intensivo en el cual la materia que se estudia normalmente en nueve semanas tiene que ser impartida en seis. Todo ello en un estado de ánimo que lleva las cicatrices y el desgaste de una lucha que, por el momento, promete haber terminado parcialmente, pero cuyos frutos tardan en cosecharse.
Por: Alexandre Beaudoin Duquette
En: Desienformémonos
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