Soy Elías Josué Zúñiga, estudiante de pedagogía en francés, de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, en Chile. Participé activamente en la toma de mi carrera y campus universitario en el 2011. Ahora soy vocero de mi nivel y participo también en las discusiones de la Universidad, a nivel de federación y de contexto nacional.
Este año el movimiento estudiantil comenzó un poco decaído, pues el año pasado estuvimos movilizándonos durante casi siete meses y la única respuesta que obtuvimos fue la represión del gobierno y diversas amenazas de pérdida de becas contra los estudiantes que se movilizaban. A pesar de esto, las marchas han seguido en pie; los secundarios, unidos como siempre, y los universitarios, discutiendo temas nacionales.
Para demostrar que el movimiento no ha muerto, los estudiantes han vuelto a tomar muchos colegios y se han convocado una gran cantidad de marchas nacionales pacíficas.
Lamentablemente ha ocurrido la misma rutina de siempre: los estudiantes –acompañados de profesores, padres, obreros y demás personas solidarias– marchan unidos, pero la policía reprime, y los medios de comunicación, que son tan poderosos, no muestran lo que realmente sucede y nos dejan como reales delincuentes ante nuestro propio pueblo chileno.
Pero, ¿por qué tanta represión, por qué la televisión trata de maquillar la fuerza que tenemos como estudiantes? Y ¿por qué el gobierno no quiere escuchar nuestras demandas y nos trata de dar soluciones fantasmas que sólo generarían más endeudamiento a los estudiantes?
Este año, la policía y las Fuerzas Especiales (FFAA) han jugado un rol de dictadura: se han llevado detenidos a muchos compañeros, los han golpeado, los han desnudado. Recordemos también el caso de Manuel Gutiérrez, joven asesinado por la policía durante una protesta en 2011. Y así, el gobierno se atreve a decir que el país está en vías de desarrollo y que no pasa nada, cuando hemos padecido una represión tremenda que ni los propios medios de comunicación dan a conocer.
Encima, ahora se dice que por la Ley Hinzpeter (también llamada Ley Antiprotesta) se reprimirán todas las marchas para “resguardar el orden público”, es decir, que ya no podremos expresarnos libremente en las calles.
Algunos están cansados y otros con miedo, pero a pesar de esto, el movimiento está tomando más fuerza. Los estudiantes seguimos de pie demandando educación sin fines de lucro, de calidad y gratuita, y no estamos dispuestos a conformarnos con “soluciones parches” para nuestras exigencias.
Por: Elías Josué Zúñiga
En: Desinformémonos
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