domingo, 27 de marzo de 2011

La nueva ley de educación superior: Renuncia a las responsabilidades escenciales del Estado


Álvaro Zerda Sarmiento, Ph. D.
Profesor Asociado
Universidad Nacional de Colombia

El gobierno del Presidente Santos ha presentado al país una propuesta de reestructuración del Sistema de Educación Superior que se puede calificar como agresiva y a la vez audaz. Agresiva por cuanto busca cambiar totalmente la estructura institucional que ha conformado  el sistema educativo en las últimas décadas y audaz en tanto sorprendió a todos aquellos  que,  incluso conociendo la visión empresarialista del presidente, no sospechaban  que pudiera plantear esquemas de organización y financiamiento dirigidos  a profundizar  de tal manera la mercantilización de la educación.

La propuesta apunta a modificar tres pilares del sistema educativo: su estructura, métodos de financiación y esquemas de gobierno.  De unas instituciones públicas y privadas sin ánimo de lucro, por lo menos en su acepción nominal, se pasaría a una diversidad de instituciones de variada naturaleza:  pública estatal, privadas con cometidos públicos, privadas con ánimo explícito de lucro, privadas confesionales  y mixtas con propósitos mezclados.

El trasfondo de la propuesta implica un cambio de concepción de la estrategia educativa del país, que de obedecer a un fin superior fundamental de la nacionalidad, en tanto bien de mérito  y,  por tanto, con la  responsabilidad básica del Estado para su provisión a la población en cumplimiento de un derecho establecido constitucionalmente, pasa a ser un bien privado “normal” que sea provisto por el mercado mediante el juego de la oferta y la demanda.   De esta manera, adicionalmente se estaría rompiendo el trinomio educación, investigación, extensión, sello distintivo misional de las universidades.

Con la nueva estructuración del esquema universitario, la Administración Santos propone entonces que el Estado colombiano abandone la responsabilidad de construcción de nación, haciendo de lado la función planificadora y estratégica de desarrollo en el medio y largo plazos  de la educación superior para dar prioridad a los intereses inmediatos del sector empresarial privado.

El ejemplo  de referencia  para justificar  la reforma es el del Sistema educativo del Brasil, que la propuesta  califica como “exitoso” por cuanto triplicó  la cobertura en un periodo relativamente corto.  Lo que se omite en esa presentación son las otras consecuencias que ha tenido el modelo que sirve de espejo: una fuerte estratificación heterogénea en cuanto a modelos institucionales que obedecen a múltiples objetivos con diversidad de magnitudes y muy dispares niveles de calidad y prestigio (Días Sobrinho y de Brito, 2008).

Los autores del estudio sobre el sistema de educación superior brasileño  señalan como principales consecuencias, después de doce años de desarrollo del modelo,  la mercantilización de la educación, abandono de la formación humana integral por la capacitación técnica y profesional, planes de estudio ajustados a objetivos de corto plazo y segmentación del sistema para obedecer  a las necesidades inmediatistas de la economía.

En la propuesta para Colombia quedan por aclarar varios temas, entre ellos cómo se haría para contar con profesores de alto nivel de formación y capacidades pedagógicas idóneas si la meta en cobertura fuera alcanzable; cómo se garantizaría la investigación estratégica de interés público, que no necesariamente está en línea con los intereses de la inversión privada; en qué quedaría la autonomía universitaria y la libertad de cátedra docente controlada para el rendimiento del inversionista; qué fuerzas contrarrestarían el marchitamiento de la Universidad pública.

Este es, pues, el modelo que se le pretende vender al país, con la renuncia que hace el proyecto político del Presidente Santos a que el Estado lidere  un proceso  de desarrollo en democracia,  mediante una universidad pública fortalecida, con cubrimiento regional e integración del territorio, y que siente las bases para disminuir las profundas desigualdades existentes entre la población colombiana.

Ref: Dias Sobrinho, José y Marcia R. F. de Brito, “La educación superior en Brasil: Principales tendencias y desafíos”  Avaliação, Campinas; Sorocaba, SP, v. 13, n. 2, p. 487-507, jul. 2008

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