martes, 24 de mayo de 2011

Sobre la corrupción en la salud


Por: Andrés Nicolás Sánchez Arévalo

Podría hablar de Agro Ingreso Seguro, el Carrusel de la contratación en todo el país, las chuzadas del DAS, los falsos positivos, los nexos sospechosos de los hijos del ex presidente  y una gran cantidad de escándalos que aquejan al país sin embargo, hoy hablaremos  del escándalo de  corrupción del sector salud en Colombia aunque digo yo que los otros escándalos no deben ser olvidados.


Esta historia de dolor y sufrimiento para los colombianos empieza con algo llamado ley 100 de 1993, gran asesina de grandes cantidades de colombianos. Cabe recordar que uno de los ponentes de esta ley fue en ese tiempo el senador Álvaro Uribe Vélez quién después se convertiría  en el presidente de los colombianos. Esta ley tiene grandes vacíos y de una manera u otra  da espacio a que se den este tipo de escándalos, pues es una ley que desde su nacimiento favorece los intereses de unos pocos, los dueños de las EPS y cuanto funcionario se atraviese reclamando su parte.

 Espero estar siendo injusto con los funcionarios, pero se me hace muy difícil imaginar que en todos estos años que lleva de vigencia la ley 100 no se hubiera destapado esta olla que ha dejado morir a muchos colombianos esperando en las puertas de los hospitales por la atención de un médico, y ahora pregunto yo ¿A estas personas que mueren esperando atención médica no se le estará negando el derecho a la vida?

 También quiero pensar que los ponentes de esta ley entre estos reitero Álvaro Uribe fueron señores que velaron por la seguridad social de las personas, por su derecho a la salud y que en ese momento de la historia del país pensaron en estructurar una ley que nos llevará a los colombianos a tener un sistema de salud eficiente, pero que a la larga sus intenciones se vieron frustradas por la avaricia de las personas que la aplicaron, quiero creer eso, porque de creer lo contrarío tal vez incurriría en una calumnia.

Ahora el escándalo que por estos días empieza con la intervención a Saludcoop es algo que nos debe llevar como sociedad a encontrar responsables y a hacer justicia por esos colombianos a los que les han negado un tratamiento que necesitaban para seguir con su vida y les ha sido negado por la ambición de ganar dinero de unas personas que hoy han construido lujosos hoteles  con campos de golf.

Hay que nombrar algo que me parece importante, son las asesorías de las que se hizo cargo una empresa del actual ministro de hacienda Juan Carlos Echeverry  en las que palabras más palabras menos le recomienda a Saludcoop la generación de acuerdos sobre modelos de integración vertical, algo ilegal. Pero también quiero pensar que fue de buena fe lo que hizo el ministro tal vez él no sabía que estos modelos de integración vertical para el sector salud son ilegales.

Me llena de alegría reconocer a esas personas que hacen bien su trabajo en este país y permiten que escándalos como este sean conocidos por la opinión pública, porque no fue Juan Manuel Santos quién destapo esta olla podrida. El senador por el Polo Democrático Jorge Enrique Robledo, organizaciones como el Movimiento Nacional por la Salud, la Federación Médica Colombiana, la Academia Colombiana de medicina y la Universidad Nacional hacen posible que un tema tan importante como el negocio de  la salud salga a la luz pública.

Esto que se ha visto en todos los medios es un llamado a la dignidad de un pueblo al que le han quitado a cuentagotas el derecho a la salud, y ahora otra pregunta que me surge ¿Cuál es el siguiente derecho a ser atacado?, ¿la educación? En nombre del pueblo colombiano exijo dignidad y respeto.

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