miércoles, 14 de noviembre de 2012

Segunda edición del libro del profesor Miguel Ángel Beltrán

[Libro] Crónicas del "otro cambuche" 
Miguel Ángel Beltrán 
Las condiciones en que sobrevive la gran mayoría de los más de 80.000 presos en cárceles de Colombia, y particularmente los más de 7.000 presos políticos.


Nota a la segunda edición 

Ofrezco a mis lectores(as) esta segunda edición del libro “Crónicas del Otro Cambuche”. Su entusiasta recepción entre un heterogéneo público ha sido un estímulo para dar a luz este nuevo proyecto editorial que presento a ustedes con pequeñas correcciones y modificaciones adelantadas sobre la versión inicial, con el propósito de facilitar la lectura de algunos pasajes del texto . 

Los cinco meses transcurridos desde la publicación de estas crónicas no han hecho más que reafirmar algunas de las situaciones aquí relatadas y que han descubierto al país -por vía de los escándalos mediáticos- algo que desvelamos ya en estas páginas, esto es, la desatinada política del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) y la corrupción de esta entidad que colma de privilegios y prerrogativas a aquellos internos que ostentan poder económico y político, como sucede en los Establecimientos de Reclusión Especial (ERES), donde están privados de la libertad ex funcionarios públicos y parapolíticos. Así como en las guarniciones militares –caso Tolemaida- donde purgan condenas oficiales y suboficiales acusados de cometer crímenes contra la población civil. 

Por otra parte, las crecientes protestas de los internos presos en centros de reclusión como “La Picota”, “Valledupar”, “Jamundí” y ERON-Bogotá, entre otras, han llamado la atención sobre recurrentes situaciones violatorias de los derechos humanos, colocando al desnudo las profundas inequidades en la aplicación del tratamiento penitenciario y carcelario que afecta fundamentalmente a presos políticos y sociales. 

Ni que decir de la clara parcialidad con que opera el sistema judicial colombiano que ampara con sus decisiones la de por sí corrupta política penitenciaria: la libertad por vencimiento de términos del exdirector de la unidad de información y análisis financiero, William Arangurén, implicado en el escándalo de las “chuzadas” y seguimientos ilegales realizadas por el DAS a magistrados, periodistas y miembros de la oposición; así como la reclusión de los empresarios Nule en cómodas casas fiscales (con cocina integral y televisión satelital), luego de reconocer la apropiación ilícita de millonarios dineros públicos, son apenas algunos episodios de esta larga cadena de desafueros. 

En medio de estas vicisitudes de la justicia colombiana, cumplo ya 700 días privado arbitrariamente de mi libertad, sindicado a partir de pruebas que hace ya tiempo revelaron su ilegalidad e ilicitud, pero que siguen siendo utilizadas para silenciar el pensamiento crítico y la oposición. No obstante, gracias a la lucha y constancia de todos(as) ustedes, permanece viva la esperanza de que se ejerza verdadera justicia para quienes hemos sido víctimas de falsos positivos judiciales. 

Sólo me resta agradecer públicamente el decidido y solidario apoyo de mis colegas Antonio Márquez y Pedro Hernández, así como de todos aquellos cuya labor editorial hicieron posible esta nueva publicación. 

Pabellón Alta Seguridad
Cárcel de La Picota, abril 10 de 2011 


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