Por: Alejandro Castilla
El fenómeno del señor Rayón es algo mucho más complejo que el señalamiento de ser un reaccionario que atenta contra la expresión de las alternativas políticas. Los activistas de izquierda no lo entienden, porque hace mucho tiempo depusieron el método para entender la particularidad, la alteridad. Están consternados porque no pueden entender cómo un solo individuo (y algunos pocos ayudantes) ha logrado hasta cierto punto ponerlos en ridículo y trastocar la aparente hegemonía del pensamiento de izquierda en la juventud y la universidad.
El Sr. Rayón no es un nazi de Tercera Fuerza o de cualquier ridiculez similar. No puede serlo porque es un iconoclasta y los nazis no pueden vivir sin “héroes”, ídolos, símbolos, logotipos agresivos y fraseología altisonante. Al contrario, Rayón denota anaideia y parresía, esto a mis ojos hace que merezca ser escuchado, que merezca un mínimo de tiempo y tolerancia “revolucionaria” para descubrir su mensaje, pues sospecho que es muy profundo y que va más allá del acto consciente de quien está detrás de la máscara. Y por esto me pregunto si la generación que está llamada a crear este país de la nada (pues no existe, solo es posibilidad), los que intuyen los problemas reales del pueblo, los que quieren acabar esta carnicería, los que saben de algún modo que hay que hacer algo por la humanidad, me pregunto si ellos no están cegados por la intolerancia, por el prejuicio.
Los “análisis” sobre Rayón son “análisis contra Rayón”. Una estudiante exige que este personaje se quite la máscara y dé argumentos “sólidos”. Es la actividad frenética e irritante de dañar grafitis la que debe ser interpretada y comprendida, pedirle que se quite la máscara equivale a cuando Uribe le pedía a los manifestantes en Madrid, en una de sus visitas, que le dieran el altavoz para refutarlos y “debatir”. Esa chica que hace tal exigencia, ante Uribe en Madrid, ¿le habría dado el megáfono para que él pudiera “defenderse”? No. Esa estudiante de izquierda habría pensado que él tenía todos los medios de comunicación y los fabricantes de propaganda para martillar sus ideas en las mentes de los colombianos, que ese megáfono era un símbolo de dignidad y resistencia, que estaban protestando y que si hubieran querido “debatir” habrían organizado una conferencia en la Sergio Arboleda. Por eso no se le puede pedir a Rayón que se quite la máscara y quien lo haga quedará en ridículo ante quienes sienten simpatía por este personaje.
Pero, ¿qué piensa el Sr. Rayón? No lo sé, no lo conozco. ¿Qué significa lo que hace? ¿Recurre a la provocación? Obvio. Pero es franco, raya en el desparpajo. Parece decir: “esos grafitis solo tienen sentido para ustedes”. Esto lo escribo imaginando que soy él. Y acaso –me pregunto- ¿no es cierto? La mayor parte de los grafitis son frívolos, desperdicio de tinta y de espacio en blanco. Si Rayón es un artista debe apreciar el blanco, naturalmente, porque debe tener un criterio estético para perfeccionar su obra. El blanco no es normalización ni blanqueamiento de cerebros, el blanco –para un artista- es posibilidad si se trata de un lienzo, sobriedad que resalta la idea fundamental de un arquitecto, desenvoltura y comodidad en la lectura si se trata de un diseñador gráfico. Ahora bien, algunos han querido crear un discurso persecutor del blanco, dándole un carácter político que no tiene y atacando retóricamente con ese prejuicio político un concepto que sí tiene sentido en las artes. ¡Jaque! Sr. Rayón va ganando, parece que quiere recordarles aquella máxima del diseño y la arquitectura: “menos es más”. ¿Nos gustaría ver una obra de Niemeyer grafiteada?
Hay que reconocer la importancia del grafiti en una sociedad como la nuestra, del grafiti político en particular. Pero al hacer un grafiti se debe ser pragmático, saber dirigirse al público con frases que los hagan pensar, que estimulen la inteligencia. Sr. Rayón nos dice que eso no está funcionando, los grafitis de la universidad son como ruido en un radio. Como esa desesperante pantalla de puntos de una transmisión de TV frustrada. Creo que a los grafitis les pasó lo de los tropeles: hacia el público se reducen a un folclorismo, hacia adentro de las organizaciones tienen una justificación más compleja. Sólo tienen sentido en esta última faceta, pues les permiten “organizarse”, ponerse en funcionamiento, mostrarle a los militantes insatisfechos e indiferentes que hay plan, es la oportunidad de repasar las instrucciones y las jerarquías, son en última instancia un espasmo de vida excitante en medio del tedio de las organizaciones políticas. Rayón actúa como buen ciudadano que consciente o inconscientemente se lo quiere informar, pero estas organizaciones lo agreden y ¡declaran una “cruzada” contra un individuo semidesnudo!
Pasarán años, décadas hasta que los dirigentes de izquierda sospechen que están llamados a saltar sobre su propia sombra. Sobre el lastre del prejuicio y la intolerancia que toda nuestra política, ya sea de izquierda o derecha, ha heredado de la iglesia militante y la España envuelta en penumbras. Sin embargo, antes de cerrar quiero decir algo sobre lo que pienso del Sr. Rayón.
No es un héroe. No lo admiro. No es del otro mundo lo que hace. El límite de su irreverencia son sus calzones, es un pacato. ¡Yo no le exijo que se quite la máscara, sino que sepa desnudarse y protestar con el cuerpo! ¡A no rayar con tinta sino con heces! No es un Diógenes de Sinope. Si fuera un marginal lo admiraría, si fuera un perro que se mea sobre sí mismo y sobre los demás. Pero lo rodea un coro de aduladoras que le sirven de equipo de producción. Esto ya lo vuelve farándula. A las vedettes de izquierda también los adula una corte de masoquistas, me reservo los nombres, a las de derecha lo mismo. Pero lo peor de Rayón, lo que me da asco, es que su parresía se dirige contra un poder secundario y marginal. Alguien que merezca admiración se enfrenta contra el poder omnipresente y abyecto, no contra adolescentes parlanchines, ingenuos y soñadores, sino contra quienes volvieron este país un antro de saqueadores y asesinos. Porque si el arte es creación/destrucción el arte es biófilo, ama la vida, y no ignoraría que en este país los ancianos, los niños, los enfermos de VIH o cáncer, mueren por falta de una mínima atención en los corredores de la muerte. Rayón no ha pensado en que la miseria de un pueblo también es antiestética, los enfermos mentales que deambulan discriminados, las selvas y los páramos arrasados, los emigrados… ¿En qué país vives muchacho?
Gente de izquierda, jóvenes, no teman que todo lo vuelva mierda. Su parresía no confronta el poder mezquino, su anaideia se acaba en sus calzoncitos y carece en absoluto de adiaforía (o sea que, en el fondo, vive muy preocupado de su imagen ante los aduladores que lo conocen). Ustedes, pelaos, que sospechan el naufragio de país en que les tocó vivir y quieren hacer algo por arreglarlo no deben escandalizarse por tan poco. Pero no hay que dejar de escuchar su mensaje profundo, hay que darse cuenta que este cuasi-Chapulín Colorado a través de su forma de expresión sí representa, duélanos o no, lo que muchas personas piensan. Esas organizaciones políticas son seres entre la vida y la muerte, persistencia de una creación imperfecta como los hombres de barro del Popol Vuh. Ustedes deben hacer algo, empiecen por saltar sobre su propia sombra.
en que país de la fantasía vives pequeño escritor, al pedirle un acto de protesta contra las élites desenfocaría a un personaje que hasta ahora no ha hecho mas que expresarse en calzones, y consiguiente caería en el hueco de lo pasmoso y vulgar. Hay que denotar que el asco es una sensación que se produce por impacto psicológico de disgusto o desagrado por algo conocido... es acaso la voz de un solitario inveterado de izquierda lo que plasma estas lineas ??
ResponderEliminarTodo el articulo iba de mil maravillas hasta que salió con la senda mamertada de "Alguien que merezca admiración se enfrenta contra el poder omnipresente y abyecto", y de ahí para adelante solo fue cagada tras cagada. Como si los mamertos no fueran un poder político-policial de facto al interior de esa isla llamada UNAL.
ResponderEliminarDice que al Sr. Rayón solo le gusta la farandula y quedar bien, pero mientras en toda la columna le hecha flores al sr. rayón, al final se congracia con los mamertos para como dice la canción "Nunca quedar mal con nadie".
Completamente de acuerdo!
EliminarDe acuerdo totalmente con Nowhereman. Fue una descripción muy buena de rayón, hasta que sale con la vacía "exaltación idealista de esos grandes jóvenes" que luchan contra la injusticia, pero con las mismas formas de lucha y el mismo anacrónico pensamiento de hace 60 años. Que seria de mi, si también me uniera a juventudes y movimientos y gritara (como lo hacia mi mama y mi tío en su momento) ¡Viva Mao! o algún caudillo similar. Yo creo que el verdadero pensamiento critico, también se aplica contra todo ese poder hegemonico de esos grupos de izquierda de la universidad. Que pasa si decidimos no ser de izquierda, sino mas de centro. Si no estamos de acuerdo con ese comunismo autoritario y estatisador que nos quieren vender como la panacea. Entonces esas voces como la mía, serian repudiadas y chifladas, como pasa en las "democráticas" asambleas. Es aquí cuando se ve, la gran representación que hace rayón, de esa tendencia alternativa que tiene en cuanto a visión política muchos miembros de la universidad.
ResponderEliminarLos "anti-mamertos" no aceptan una crítica a un "poder omnipresente y abyecto" porque ya es mamerto y por tanto algo malo que no se debería hacer? Creo que en esa oposición, por demás válida, que se les hace a esos grupos se está exagerando en rechazar todo lo que dicen sólo porque ellos lo dicen. Me parece que rayón debería mofarse de todos los discursos tanto los mamertos como los neoliberales o racistas o cualquiera; claro debería, no tiene por que si no quiere, pero lo admiraría si su oposición o mofa se dirige hacia todo.
ResponderEliminarTal vez lo haria si estos rayones existieran en tal universidad pero no, esas paredes estan en reserva para pintadas sobre stalingrado, Dossiers y Gulags y claro esta una que otra del che y camilo torres :)
EliminarInteresante articulo, si bien al muchas personas en la universidad no hacen mas que hablar de este personaje, veo en este articulo un llamado que me interesa, es hora de renovar el lenguaje, las herramientas, y la manera como se expresan las cosas, pues de lo contrario muchos de los que ignoran la realidad del país lo único que dirán a diestras y siniestra es mamerto, y a estas personas hijas del mercadeo les gusta que les arriben los mensajes con ideas creativas, que no sean aburridas y que lleguen con un mensaje rápido a estas personas que reciben información corta al estilo "twitter", es hora de renovarse, muchos no quieren enterarse de la realidad de su universidad y nación, es hora de reflexionar como llegar a esta gente que no quiere un libro quiere un mensaje corto y efectivo, ¿como hacerlo? esa es la tarea a averiguar.
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ResponderEliminarlo que no han entendido es que el sr rayon da esa oportunidad de tomar nuevos aires, es el reflejo de inconformismo, claro inconformismo con el estado actual de las cosas pero tambien con el estancamiento en discurso, acto y espiritu de quienes dicen "luchar" contra el estado actual de las cosas, es alguien que se ha dado cuenta de una dura realidad, la cual es simple y sencilla... el viejo discurso, la vieja ideologia, la aureola de intelectualidad que se caricaturiza frente a los hechos, ese mamerto que se contradice, que pide libertad y no la brinda, que pide educacion y no estudia ni deja estudiar, que pide por el trabajador y no trabaja, que habla de altruismo y daña lo publico...
ResponderEliminarEstá buena la reflexión, pero no creo que quienes están detrás de los grafitis de Farc-EP sean simplemente ''adolescentes parlanchines, ingenuos y soñadores''.
ResponderEliminarSr. Rayón, un personaje que esta cansado de ver frases sin sentido, que solo son de interés de quienes las escriben... en ocasiones veo como se destruye la obra de un artista con grafitis que no dicen nada, con una ortografía pésima, que solo destruye un espacio. En fin Sr. Rayón solo escribe lo que piensa y muchos están a lado de el...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con Nowhereman, yo considero que el Sr. Rayón con su estrategia casi "de guerrilla" (irónicamente), un enfrentamiento totalmente asimétrico contra la cacofonía política que atiborra los muros de la UN representa una porción (no sé la verdad que tan grande pero sé que existe) de estudiantes que como decían en el texto ven como folklore las pedradas y los mismos rayones (porque a mi parecer, de arte no tienen mucho en su gran mayoría) de estos grupos de izquierda política. Que tienen posiciones distintas, o puede que aún no tengan clara su posición al respecto y quieran formárla con suma responsabilidad y no a la ligera, representa un poco el derecho a hacer parodia de aquello que no nos convence o agrada y mediante esta parodia generar una crítica al respecto, una sensación de compañía en el desacuerdo ante la hegemonía en los muros de la Ciudad Blanca. Y no como últimamente se hace ver a quienes apoyan o al menos se sienten a gusto con las acciones del Sr Rayon, una manada de "gomelos" que quieren ver todo blanco y quieren ver la UN como una Universidad privada, ese es un argumento ad hominem, el cuál como algunos puede que sepan no es de lo más "crítico". En fin, es la oportunidad de mostrar que ese "piensa por ti mismo" que tanto aclaman los oradores en la UN y "no seas parte del sistema" no tiene que significar pensar como la izquierda, no tiene que ser la misma solución que ellos siempre han previsto y entre más pasa el tiempo, la experiencia como comunidad nos muestra más lo obsoleta que se vuelve susodicha carta ideológica, que la UN es de todos y todos no somos aquel ruido político que purula de las monopolizadas parades.
ResponderEliminarEl Sr rayón esta dando de que hablar..............y probablemente eso es lo que busca. Entonces lo está haciendo bien.
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